EL EQUINOCEO APERTURA LA GRAN LUNA LLENA, LA PUERTA AL PASILLO DE ECLIPSES. LA RESURRECCIÓN
El Equinoceo Otoño/Primavera ha traído días de una gran intensidad, y al mismo tiempo de una gran Magia, de sentir, de respirar, de ya poder tocar otra Luz, otra Energía. Ha abierto la Puerta a la primera Luna Llena de la Primavera o el Otoño, una Luna bajo el signo de Aries, el Inicio, aperturando el Pasillo al momento más intenso y poderoso de este año, los Eclipses de Octubre. Comenzamos la recta final de este año del Trienio de Integración, para llegar al 2026, y ha sido un año totalmente Físico, y eso significa real, material, terrenal, de nuestra realidad cotidiana. Físico, manifestándose en el Hogar como Templo, en las relaciones de pareja o vinculares, en padres o hijos, en trabajos.... y sobre todo, en Cuerpos. El Cuerpo ha sido, y seguirá siendo, el gran protagonista, pues a medida que las realidades donde hemos vivido y experimentado, comienzan a deshacerse, a evaporarse, a través del Cuerpo lo hacemos carne, materia, Realidad. El Cuerpo Divino, donde ya no existe diferencia entre físico, mental o emocional, es un Uno que nutre y sostiene la Frecuencia de nuestro cuerpo Vital-Energético, y por lo tanto, expande o contrae nuestro Cuerpo de Luz. Desde la Rosa, se han presentado, y seguirán, las Trinidades para llegar Trinos y Neutros al 2026, liberando y cerrando y unificando eones de vidas en la Tierra en un Nuevo Entramado, Tejiendo, como Grandes Madres Tejedoras, una Nueva Realidad, no sólo en nosotros mismos, sino en la Humanidad como Consciencia, como Inconsciente Colectivo, como Raza. La Luna Llena en Aries inicia la cosecha, la Gran Fuerza Creadora, la Gran Madre Origen que ya ve las Semillas germinadas, y que están preparándose para salir de la Tierra, del Útero, de la Vasija, del Caldero, del Cáliz que las ha fecundado y nutrido, durante el Pasillo de los Eclipses, en aquellos que han deseado e intencionado, integrando, durante tanto tiempo, la Verdad, la Honestidad, lo Genuíno, olvidando la lucha y la impaciencia por el Ritmo Sagrado de Ser, permitiendo que el Poder Creador se centrara otorgando el Rumbo, para ser Patrón Origen, para ser Creación y Manifestación, para ya ser la Raza Gaiana, la Nueva Humanidad. Y todo esto tras pasos y pasos incansables, exhaustos, en éxtasis, en dolor, liberando miedos y miedos de nuestras células, pues la Libertad, el Alzamiento de Excálibur, pasa por la Trascendencia del Miedo y del Dolor. Líneas y Líneas del Tiempo que se Unifican, que no se entrelazan, ni se anudan, ni se superponen, sino que se fusionan en ese Hilo de Oro Puro, que con destellos Rubí y Zafiro, comienza a ser Tejido por cada Ser, y tras este Trienio, podamos sostenernos en el Nuevo Entramado, para ser Cristos en la Tierra. Años de gestarse, períodos de regeneración, para abrir la posibilidad de la Resurrección, pues esa es la vuelta del Cristo, la Resurrección del Ser en la Tierra. Resucitar significa haber abrazado en uno mismo todo lo vivido, todo lo sido, todo lo sentido, todo lo experimentado, desde el Amor más puro, virginal, inmaculado, inocente.... que es el que Agradece, Honra y Acepta toda Existencia. Resucitar significa que ya podemos danzar en cualquier punto del Infinito Sagrado, sin sentir diferencia alguna, unificando la dualidad, la polaridad, en Neutralidad. Resucitar significa atravesar los 7 Portales de Fuego para hacer que el Dolor desaparezca, pues sin liberarte del Miedo no se abren los Círculos, y sin atravesarlos no se libera el anclaje al Sufrimiento. El Dolor no Inplica Sufrimiento, sino trascender la Crucifixión en Resurrección. No estamos logrando la Proeza en Vida de un Salto de Consciencia por "algo" o para "algo". Estamos logrando un Salto de Consciencia a pesar de todo lo que cada uno tenga que atravesar, sostener, tejer, alkimizar, accionar, crear para ser de nuevo la Raza Gaiana, la vuelta del Cristo. La Luna Llena nos otorgará el regalo de Excálibur, de la Espada que no se alza en lucha, sino que se alza en Libertad...