299-Tras la Pista de los Asesinos -Budd Boetticher- La Gran Evasión
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Nueva edición de La Gran Evasión, esta oscura noche de Noviembre seguimos un rastro en busca de venganza y justicia, esta noche, de la mano de Budd Boetticher, vamos Tras la pista de los Asesinos (Seven Men From now), 1956 Tras la pista de los asesinos es pura esencia destilada del Western. Budd Boetticher es uno de los grandes del género, un contador de historias sencillas y al tiempo, profundas. Un director a reivindicar, que puede estar sentado tranquilamente en la mesa junto a Mann, Hawks, Wellman, Walsh…..o el maestro Ford. Siempre bien acompañado por su prolongación en la pantalla, por Randolph Scott, El Cowboy por excelencia. Tras la pista de los Asesinos es un gran Western, la serie B se difumina en esta película, donde convergen un trio magnifico, una historia escrita por Burtt Kennedy, la espléndida dirección de Boetticher, apoyada en la presencia física y moral de Randolph Scott. Una de las obras cumbre del director junto a Estación Comanche o Cabalgar en Solitario, obras que comparten un leitmotive: La obsesión, el dolor de un hombre para cumplir su misión, para cerrar una herida, de la que se siente responsable. Randolph Scott es Ben Stride, un Sheriff sin estrella que persigue a una banda que dio un golpe en Silver Springs, persigue a los asesinos de su mujer....Datos que nos va soltando Boetticher a través de elipsis, de diálogos cortados a cuchillo y a través de la cruda y seca acción. Es difícil plasmar la complejidad de un ser humano en imágenes, y Boetticher lo conseguía, cincelando todas esas ideas en el rostro pétreo de Randolph Scott. Un tipo con cara de palo, pero sus ojos eran capaces de transmitir anhelos, traumas pasados, temores, odio y amor... Un hombre con una misión, que en el camino encuentra a una pareja de colonos, el recuerdo de su mujer se materializa en la Señora Greer, la dulce Gail Russell, con pasajes de una hondura desbordante, la escena del río por ejemplo. En la caza se le unen dos tipos siniestros, con un villano inolvidable, la mirada de Lee Marvin atraviesa a los espectadores y devora a la Señora Greer. El deseo y la codicia, tomando forma en unos ojos azules demenciales. Boetticher arranca esta historia con una secuencia antológica, donde define el carácter de su protagonista y en apenas una hora y cuarto compartimos cacería y muerte, compartimos el latir de un amor. Cabalgamos con el recuerdo eterno de Señora Stride, con los ojos que se debaten entre el amor y la venganza, entre la justicia, el maldito orgullo y la muerte. En ese filo siempre andan los héroes del amigo Budd Boetticher. Otra noche más estamos a vueltas con el pasado, con las decisiones tomadas, con los actos que cometimos y las consecuencias de estos, otra noche mas nos topamos con la condición humana…. Refugiados en la carreta del Cine, compartimos una taza de café, sin dejar de mirar a los arrebatadores ojos a Gail Russell….Salvador Limón, Zacarías Cotán, Raúl Gallego y Gervi Navío. Blog: cinemalagranevasion.blogspot.com Instagram: la_gran_evasion1_ https://www.instagram.com/la_gran_evasion1_/