El primer viaje, Selene Argueta. ¡Calabacita, tías! Antologadora Karla Barajas.

El primer viaje Selene Argueta —¡Comadre, comadre! écheme mi soplada porque creo que acabo de ver a la mismita muerte, comadre. —¿Pues de dónde viene, comadre? Vengo de cortar la caña, comadre, como siempre. Pero ese no es el punto, comadre, ya que salí a la carretera y al cruzar rapidito, clarito escuché atrás de mí que hacían: sssht, sssht; así como me llama alguien que no me conoce y me quisiera decir algo, y que voy viendo comadre ¡Ay comadre! era la muerte. —¿Pero, comadre, porqué lo asegura? Porque era huesuda, pálida pálida y pelaba los dientes como de mazorca. En ese momento comencé a sentir calor, mucho calor; aunque también olía a flor de muerto y que yo sepa no había flor de muerto ahí cerca, con eso de que está muy cara ya nadie lo compra. También sentí que de algún lado venía un olor a trago y luego a café de olla, lo último que olí fue pan recién horneado y lo dulzón de la calabaza o del camote, como el que hacía mi abuela. —Ah, comadre, ya sé lo que te pasa. Tú no haz visto a la muerte, lo que viste fue a alguien disfrazado y los olores que sentiste son los del altar. Tu altar, comadre.

Om Podcasten

Este es un espacio en donde comparto lo que escribo y expreso de manera oral, escriben, piensan y sienten mis amigas y amigos. Una habitación propia en esta geografía.