¿Qué hubiera pasado si Citroën no se hubiera unido a Peugeot? Una historia de ficciión

El Garaje Hermético de Máximo Sant - A podcast by Máximo Sant

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Este podcast lo hacemos gracias a BP y os voy a hacer una pregunta… ¿Sabes que es un BIP? No, no un VIP, con V, sino un BIP, con B, que es una BEPE IMPORTANT PERSON. Y te voy a contar algo que te va a interesar: ¿Quieres ganar un viaje para cuatro personas para ir a Abu Dabi y disfrutar del final de esta apasionante temporada de la máxima categoría? ¡Yo sí! Toma nota: Del 17 de junio al 2 de septiembre, BP va a sortear experiencias únicas para todos los amantes del motor. Y por cada 30 LITROS DE CARBURANTE que repostes tienes una opción…. ¡o dos si eliges repostar BP Ultimate con tecnología Active! ¿Te imaginas a ti y a tus tres mejores amigos en pleno circuito viendo a los mejores pilotos del Mundo y a los mejores coches? Y en Abu Dabi. Pues aún hay más, porque BP también regala 4.500 cupones de carburante de hasta 100 euros, y entre todos los participantes, una experiencia motera VIP, esta vez con V de Valencia… ¡ir a la final de más competido Campeonato del Mundo en Cheste, en Valencia! ¡Si tengo suerte, nos vemos en una de las dos finales!… y seremos Bip… y Vip… con B y con V. Toda la información aquí: https://bepear.es/ Y ahora, lee esta nota de prensa de la dirección de Citroën: “Tras diversas negociaciones mantenidas a lo largo de este año entre Citroën y Peugeot finalmente no se ha llegado a un acuerdo y se cancelan los contactos. Citroën mantiene su independencia y autonomía como marca. París, 1975”. Este es un vídeo de “Historia Ficción” lo hago a petición popular de muchos amantes de la marca francesa, convencidos de que le hubiese ido mejor sin Peugeot y sin PSA… Para entender todo bien, veamos cómo era la situación de Citroën en ese momento.Tras superar la quiebra de 1934 gracias a la entrada de Michelin en el accionariado de la empresa, a finales de los 60 y en los primerísimos 70, Citroën iba viento en popa y a toda vela. En 1967 compra Maserati y en 1970 lanza el que podría ser el “coupé perfecto”, el SM, un deportivo con alma de Citroën, suspensión hidroneumática incluida, pero corazón de Maserati en su motor V6. Había un problema más muy serio: La gama. Comenzaba con el veterano 2CV y sus derivados, que comparados con el R4 resultaban escasos de potencia y elasticidad, mientras el tope de gama, el DS era un coche caro de fabricar… y por tanto caro de vender. Y el SM era aún más caro. Y entre esos dos extremos… la nada. Citroën se encontraba en muy malas condiciones financieras y entabló negociaciones con otra marca francesa, mucho más tradicional, pero de saneada economía. En la realidad, Peugeot llega a un acuerdo en 1975 y remata finalmente la compra en 1976. Pero impone sus condiciones. Pero a partir de ese momento Peugeot se hace no solo con el control económico de la marca, sino también con el control técnico, fruto del cual nacen los primeros Citroën con base Peugeot, el LNA y el VISA… que no eran más que el Samba y el 104 con ligeros retoques. Y ahnora, nos vamos a un “universo paralelo” en el cuál Citroën busca el apoyo de Michelín y de otros inversores en bolsa y consigue mantener su autonomía… Si Citroën hubiese seguido su propio camino el VISA tal y como lo conocemos, nunca hubiese visto la luz. Pero sí el proyecto Y2 que era estéticamente parecido al VISA, pero más ancho y equipado con motor bóxer derivados de los motores del 2CV y del GS. Una Citroën independiente no hubiese necesitado motores ya existentes, sino que habría desarrollado sus propios motores. Para este modelo básico hubiésemos visto motores bóxer de 2 cilindros con árboles en culata, 4 válvulas y refrigeración líquida. Con una Citroën completamente independiente, el BX quizás no hubiese nacido… o habría nacido de otra manera. En este caso me refiero al Citroën GS o GSA GTi Turbo… o 16 válvulas, solución esta que utilizó Alfa Romeo en sus motores bóxer con muy buen resultado. En este universo paralelo el tope de gama GS o GSA no sería el X2 o el X3, sino el “Turbo” … apuesto más por el turbo. El XM, uno de los últimos verdadero Citroën… llevó el motor V6 PRV fruto de los acuerdos entre Peugeot, Renault y Volvo… Pero, volvemos a la ficción, una Citroën independiente seguramente hubiese diseñado su propio motor V6. Y con la buena relación que mantuvo con el grupo Fiat, seguramente estaría más inspirado en el magnífico V6 Alfa denominado “Busso”, el mejor V6 del momento. Creo que estamos todos de acuerdo en que uno de los sellos de la marca Citroën ha sido su suspensión hidroneumática. Y, si volvemos a la realidad, desapareció con el C5, bastante feo por cierto, en 2017. El máximo desarrollo de este sistema fue la “Hidractiva” del XM en la que ya había una cierta gestión electrónica y el Xantia Activa, que no se inclinaba nada y que probé y me impresionó… ¡que eficacia, que motricidad!

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