ROBIN WILLIAMS🏆🎬 | PARTE 1: La cara feliz 😊 [#013]

EL CLUB DE LOS CINÉFILOS MUERTOS - A podcast by El Club de los Cinéfilos Muert

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Ya han pasado 6 años desde que nos dejó nuestro querido Robin Williams, un actor tan grande que ha ocupado dos programas completos en nuestro humilde club. De todos los artistas de los que hemos hablado en nuestro programa, estamos ante el único que tristemente ha fallecido, con lo que podemos profundizar en su vida y cómo le afectaba a nivel profesional. A lo largo de su carrera podemos ver una curiosa relación entre los papeles que escogía y su entorno personal. En este primer vídeo nos centramos en “la cara feliz” de su carrera, llegando hasta 1992 con Toys. El próximo lunes hablaremos de la segunda mitad de su filmografía. Quisiéramos destacar tres películas de entre todas las que comentamos en este vídeo: POPEYE: Porque por algún sitio hay que empezar. Después de sus apariciones televisivas en Saturday Night Live y series de televisión, a Robin Williams se le dio la oportunidad de protagonizar su primera película, ni más ni menos que la adaptación en carne y hueso del mítico dibujo animado de los años 20. Si algo nos demuestra esta película es que de todo se puede salir. Es, sin duda alguna, el peor trabajo que ha hecho Robin Williams. La película es, posiblemente, el peor musical jamás rodado. Ni los números musicales, ni las letras, ni los diálogos. No se salva nada. Las únicas alabanzas posibles recaen en la caracterización de los personajes y el diseño artístico. Tan mala es que Rubén ha acuñado el término “me la veo en plan Popeye” cuando ve una película mala de cinco minutos en cinco minutos porque se está aburriendo. Un mal comienzo lo tiene cualquiera. EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS: Una película tan especial que quisimos homenajear desde el propio nombre de nuestro programa. Estamos ante el Robin Williams más equilibrado de toda su carrera. Se pueden ver perfectamente sus dos registros más habituales: el de un hombre simpático que busca sacar lo mejor de la gente de su alrededor y el de un personaje sutil, que con pocos amaneramientos lo expresa todo. Para muchos, entre ellos Guillermo, se trata del mejor personaje de Robin Williams. Una película con escenas memorables como la por todos recordada “oh capitán, mi capitán” o el gran mensaje: carpe diem. Hagas lo que hagas en tu vida, disfrútalo. Nunca dos palabras reflejaron tan bien la actitud de Robin Williams ante la vida. ALADDIN: La tercera película que completa la trilogía del “renacimiento de Disney” (La Sirenita, La Bella y la Bestia y Aladdin), cambió para siempre la forma de concebir a los actores en una película de animación. Desde siempre, las películas de animación se han interpretado con actores de doblaje y algún que otro personaje ha estado interpretado por un actor de renombre para dar mejor tirón de taquilla. Sin ir más lejos, nuestro genio de la lámpara era Josema Yuste. Esta fue la primera película que cambió para siempre ese concepto. No es que Robin Williams interprete al genio de la lámpara, el genio de la lámpara es Robin Williams. El personaje está hecho a medida del actor y no al revés. Gracias al genio pudimos disfrutar de muchas ocurrencias e imitaciones propias del actor, convirtiéndolo al instante en uno de sus personajes más queridos.

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