¿Cuba libre?

Cuando el hambre aprieta y la pandemia acecha, ya no tienes nada que perder. Los cubanos se han lanzado a las calles desesperados y hartos de vivir en una gigantesca cárcel isleña levantada tras 62 años de dictadura. El régimen castrista además de privar de libertad a sus 11 millones de habitantes, ahora ya no es capaz de proporcionar servicios básicos como alimentación y la salud. El gobierno de Diaz Canel sigue culpando de la escasez de alimentos y vacunas a las sanciones impuestas por Estados Unidos, lo cual es una auténtica falacia porque La Habana acaba de proclamar que en vista de la situación se permite la importación de todo lo básico… O sea que era todo una mentira: el embargo se lo había impuesto el propio gobierno cubano a todo el país más que nada para impedir la fuga de dólares. El bloqueo es una patraña además porque desde 2001, las sanciones de Washington a la Habana no afectan a los alimentos. De hecho, Estados Unidos ha sido este siglo el principal abastecedor de comida de la isla, pero claro vende la harina o la carne en dólares, y Cuba ya no puede pagarlos porque no los tiene, esos dólares que llegaban del turismo y que ahora no llegan porque con la pandemia el turismo se ha atrofiado. El turismo representaba la primera entrada de dinero gracias a los 4 millones de personas que visitaban los balnearios cubanos. Ahora apenas se llega al millón de visitantes.