Ley trans-fóbica, Irene Montero y el silencio de los corderos.
Cuadernos de Inlogika - A podcast by Jose Torres Psicología
Las personas que tendemos o procuramos tener sensibiilidad con los colectivos afectivamente más vulnerables, y que nos gusta echarles una mano cuando así lo desean o se lo pueden permitir, con la mayor seriedad, el mayor rigor y la mayor profesionalidad, no podemos por más que estar radicalmente en contra de todo tipo de discriminación a cualquier persona diferente, a la vez que mostrar con contundencia nuestro rechazo a leyes ultraconservadoras y fachosas, de las que pueden y van a emanar muy desagradables consecuencias para colectivos de niños y adolescentes social, económica y especialmente afectivamente vulnerables, es decir, que tienen serias dificultades para sentirse bien. Si no hubiese sido un experto como yo, quién hubiese atendido a una de mis últimas pacientes adolescentes, puede que a los 12 años hubiese acabado en un clínica, pero al esperar atentamente a ver como progresaba la relación con su sexo biológico, paso por varias etapas; de querer otro cuerpo , a relacionarse afectiva y sexualmente con chicos de su mismo género, y de ahí en un par de años , una vez resuelto el malestar clínicamente significativo que le aquejaba, a salir con una chica. En el futuro , quién sabe, y a quién le importa lo que haga con su sexualidad, pero lo que podremos garantizar es que no sufrirá las consecuencias de haberse equivocado en el momento más inoportuno. No siempre es así, y por supuesto que si finalmente la solución hubiese sido el cambio de sexo, ese informe se hubiese firmado, y ese niño se hubiese visto totalmente acompañado y apoyado en su decisión, y no veo maldad en que poblaciones infanto-juveniles afectivamente vulnerables se vean acompañados en su reflexión y su percepción de sensaciones por profesionales expertos, que les ayuden con los tan complicados procesos de identidad que sufren y todos hemos sufrido en la adolescencia, intentando integrarnos, adaptarnos, y ser alguien en definitiva, en el grupo y en la sociedad. Aquí dejo mi indignación, y no reposará en mi conciencia el haberme callado cuando se empiecen a ver las consecuencias de la irresponsabilidad tan flagrante de esta ley, que está llevando, como anteriormente ya ha pasado en otros países , a que personas vulnerables, vean arruinada su vida para satisfacer los intereses económicos y de poder de determinados lobbies, con el consentimiento, y el silencio de los corderos. No con el mío. Protesté hace un año, protesto ahora, y protestaré después, cuando las personas de clínica y de ciencia, nos veamos apartados de intentar ayudar a las personas que sufre, para mayor gloria de unos pocos falangistas, ultraconservadores y clasistas, con disfraz de moderno, cuyos hijos, por supuesto que van a recibir la mejor de las atenciones psiquiátricas y psicológicas, si se da el caso de que sientes disforia o incongruencia de género en algún momento de su desarrollo.