El gran salto adelante de occidente

En la pandemia se dio un gran salto adelante en la desconsideración en el trato hacia la población, y en respeto a la dignidad colectiva. Eso provoca indignación, como es normal, y alguien vendrá a querer usar nuestra indignación para vivir él mejor como viene sucediendo a lo largo de toda la historia de la humanidad. Lo de mentirnos no es nuevo, pero lo de mentirnos a la cara sin ningún tipo de pudor, para cambiar de opinión en menos de 24 horas y decirnos lo contrario, eso es nuevo. Lo de intentar callar las voces disidentes y lo de la censura también es nuevo. Pero claro, tampoco hay otra manera de poder mentir a la población sin ningún tipo de escrúpulos. Lo que vemos en la psicología popular folklórica, lo vemos en la política y por supuesto que irá teniendo un reflejo paultino en la población que se está acostumbrando a que le mientan sin ningún tipo de pudor. Protestar y sentirse uno indignado, parece una actitud fascista o un delito de odio, y fue así como en los estados unidos de américa acabaron con cualquier movimiento de izquierdas en los años 50. Lo de ahora es peor, y cuando menos denunciarlo puede ayudar a que quién también sienta lo mismo, que seguro que son miles y miles, al menos no se sientan tan solos. Ahí dejo una reflexión sobre una sensación que tuve hace unos días de como se había dado en los últimos años, al menos desde mi percepción de contemplacion de la actualidad, un gran salto adelante. Sin un suelo ético, o unos mínimos éticos y morales, una sociedad sólo se puede descomponer y corromper sin remedio. Tal vez sea ya tarde para hacer algo al respecto.